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Julio, señorito sevillano, heredero de los Arrayanes, ve su vida trastocada por la llegada de su dulce prima, Consolación.
GÉNERO: Comedia
El genio alegre (Fernando Delgado, 1939)
El genio alegre es una versión del sainete homónimo de los hermanos Álvarez Quintero, pero, más que su argumento, el relato apasionante es el de su rodaje. Cifesa ha programado la filmación en un cortijo cordobés en los primeros días del verano de 1936.
La protagonista es Rosita Díaz Gimeno actriz predilecta de Enrique Jardiel Poncela y protagonista absoluta de varias producciones hispanas de la Fox a mediados de los años treinta. La casa americana le ofrece que aprenda inglés y se instale en Hollywood, pero ella prefiere volver a España... y en ese momento se produce la sublevación militar del 18 de julio. Denunciada por su compañero Fernando Fernández de Córdoba, salva la vida de milagro y se casa con Juan Negrín Mijailov. En enero de 1939 el matrimonio partirá hacia el exilio, amparados en una misión diplomática en Estados Unidos.
El genio alegre se ve afectada por este descentramiento. La protagonista aparece en escenas contadas y las demás secuencias se suceden trompicadas, con un andalucismo forzado apoyado en las interpretaciones de Antonio Vico, Alberto Romea o Concha Catalá. La revolución que provoca Consolación (Rosita Díaz Gimeno) brilla por su ausencia y la regeneración de Julio (Fernando Fernández de Córdoba), marqués de Arrayanes trueno y calavera, se convierte en excusa del relato, que no en su motor.
Se estrena el 27 de diciembre de 1939 con algunas escenas rodadas un par de meses antes en las que Carmen de Lucio dobla a la estrella ausente. Su nombre tampoco aparece en los títulos de crédito.Tampoco pudieron asistir al estreno Serafín Álvarez Quintero ni la bailarina Lolita Astolfi, que habían fallecido durante la guerra aunque no como causa directa de la misma. La mayoría de los críticos optan por silenciar también los nombres de los desafectos pero Carlos Fernández Cuenca, en el diario "Ya", califica a Rosita de “traidora a la causa de España, a Anita Sevilla, de “roja”, y a Edmundo Barbero de “amigo del alma de los asesinos a sueldo de Moscú”. Ambos habían tenido que abandonar España.
Ajustes de cuentas terribles para los que el modesto sainete andaluz producido por Cifesa resulta una mera excusa.