Café cantante (1951)

Café cantante (Antonio Momplet, 1951)

Café cantante es una anomalía. Antonio Momplet, afincado en Latinoamérica entre 1937 y 1953 dirige este asunto folklórico, netamente español, en Argentina con un conglomerado que aúna intérpretes exiliados –Andres Mejuto, Edmundo Barbero, Francisco Martínez Allende-, artistas en gira por Argentina –los hermanos Pericet, Rafael Farina- y actores argentinos –Ricardo Trigo, Julieta Kenan-. En el centro de todos ellos, concitando las pasiones de cuanto hombre se cruza en su camino, Imperio Argentina en el papel de Rosario “La Petenera”. Su destino trágico se anuncia en la primera escena de la película, que se organiza alrededor de un largo flashback en el que la intriga criminal queda deslavazada entre números musicales y unas veleidades amorosas que resultan tan poco verosímiles como los amores de una estrella ya talludita.

Los méritos de la cinta hay que buscarlos por otro lado. En primer lugar, en la fotografía en violentos claroscuros expresionistas de Pablo Tabernero, más afín al género criminal que al folklórico. Y luego, en la posibilidad de escuchar algunos cantes que se encuadran más próximos a lo jondo que a la copla y de contemplar a los hermanos Pericet ejecutando algunos bailes de la escuela bolera, inhabituales en este tipo de producciones.