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Barcelona en los años finales de la Gran Guerra. Enfrentamiento entre el somatén reclutado por los empresarios de la fábrica de armas Savolta y los trabajadores anarquistas. El humilde periodista Pajarito de Soto se ve arrastrado por estos tiempos convulsos.
GÉNERO: Drama,Historia,Política
La verdad sobre el caso Savolta (Antonio Drove, 1979)
Mientras la primera novela de Eduardo Mendoza sigue siendo uno de los textos cardinales de la narrativa española de la Transición, la azarosa producción de su adaptación cinematográfica convierte a la película de Drove en una rareza. Y eso que cuenta con un reparto internacional que incluye a Charles Denner, Stefania Sandrelli, Omero Antonutti y Ettore Manni.
Porque Drove, con la colaboración de Eduardo Larreta, limpia de polvo y paja literaria al original de Mendoza y se entrega a una narración lineal en la que se narra el ascenso del arribista Lepprince (Denner) en la Barcelona industrial de la Gran Guerra. Se vale para ello del tráfico clandestino de las armas que salen de la fábrica de su futuro suegro, el industrial Enrique Savolta (Antonutti), que se ha enriquecido con la venta de sus productos a Francia. Está dispuesto a hacer públicos los manejos secretos de Lepprince el insobornable periodista Pajarito de Soto (José Luis López Vázquez). Todo, para favorecer la causa de la lucha obrera. Pero Lepprince utilizará al ingenuo Miranda (Ovidi Montllor) para llegar hasta el periodista y arrebatarle el informe de sus manejos, que funciona a modo de macguffin durante buena parte del metraje. El hecho de que la mujer de Pajarito de Soto (Sandrelli) termine encamándose con Miranda y de que éste se deje seducir por los cantos de sirena de Lepprince, convierten a la adaptación en la crónica de una corrupción.
A partir de estos mimbres, y con el propósito de hacer una película didáctica que hablara de la lucha sindical en el momento de su realización, Drove tira de los resortes ya probados en el cine político a la italiana -en la línea del que han practicado en años inmediatamente anteriores el Damiano Damiani de Girolimoni, il mostro di Roma (1972) o el Giuliano Montaldo de Sacco e Vanzetti (1971)-, pero también del folletín y de elementos épico-brechtianos, como la manipulación del metraje documental de Trostky incluido en una de las escenas que tienen lugar en una cabina de proyección.