Más fuerte que el amor (1955)

Más fuerte que el amor (Tulio Demicheli, 1955)

Carlos (Jorge Mistral) empezó como capataz de la hacienda de don Rodolfo Peñafiel (Enrique Santisteban), pero su buen hacer y su capacidad para mediar en los conflictos que el tiránico propietario tiene con los trabajadores, le han granjeado un puesto como socio. Don Rodolfo pretende venderle las tierras y arruinarlo cuando tenga que vender la producción a la fábrica que también es propiedad de don Rodolfo y que administra Armando (Néstor de Barbosa). Pretende así vengarse de la insolencia del que considera como su subordinado.

Armando lo tiene todo atado y bien atado. No es sólo que don Rodolfo padezca del corazón, sino que la vuelta de su hija Bárbara (Miroslava) va a proporcionarle la ocasión de un matrimonio ventajosísimo. Orgullosa de su clase y su posición social, Bárbara choca también con Carlos, pero desde su llegada a la isla, el capataz se dedicará a la doma de la fierecilla. En la noche de la celebración de su compromiso con Armando, bajo una lluvia torrencial, Bárbara termina entregándose a Carlos arrastrada por algo "más fuerte que el amor". Luego, para castigarlo y alimentar su propio masoquismo, se casa con él, pero le niega el acceso al tálamo nupcial. Mientras tanto, Armando se consuela con Marta (Chela Castro), la propietaria de la cantina que ha sido amante de Carlos.

Más fuerte que el amor se configura en torno a la polaridad naturaleza-civilización. La primera está caracterizada por un erotismo asociado a los cambios meteorolígicos, la sinceridad, la nobleza de sentimientos y la fuerza; la segunda, por la doblez, el cálculo y la venganza. O sea, la pasión representada por un Jorge Mistral que se pasa la mitad del metraje con el torso desnudo y la represión sexual que encarna la altiva y sofisticada Miroslava. No es necesario decir de qué lado se inclinará la balanza: las cartas estaban marcadas.