Morir... dormir... tal vez soñar... (1975)

Morir... dormir... tal vez soñar... (Manuel Mur Oti, 1975)

La última película de Manuel Mur Oti es un ejercicio de lirismo delirante que pretende retratar el romanticismo de un hombre que regresa desde la muerte a la casa donde fue feliz, aunque siempre de modo pasajero.

Esa felicidad se cifra en algunos nombres de mujer: Eulalia (María Rubio), su madre, perdida en sus porpios fantasmas al morir su hija; ésta (Esther Santana) fallecida en el umbral del éxito como pianista; Luisa (Jane Seymour), víctima de la Guerra Civil con un hijo en su seno; Ana Mari (Nyre Dawn Porter), la vecinita que fue el primer amor de Juan y que regresa a la casa al cabo de los años, derrotada por la vida y consentidora de una noche de amor con tal de espantar la soledad que la atormenta; Elena (Rosa de Alba), la mujer que finalmente le dará una hija, la única que tiene entidad tangible y, acaso por eso mismo, la más desdibujada... Porque a Juan no le interesa lo que sucedió, sino la posibilidad que le ofrece la memoria de revivir una y otra vez los momentos en los que cifra su felicidad pasada. Y todo ello, sin abandonar jamás la casa y el jardín, merodeando por entre los mismos árboles -ahora más crecidos- y las mismas paredes -en las que la pintura ha sustituido al papel pintado-, buceando en el tiempo adelante y atrás en busca de una identidad tan elusiva como las muejeres que conformaron su vida.

Mur Oti cierra su filmografía con un cuento de fantasmas narrado por un fantasma.