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Un matemático escapa del presidio de San Justo con la intención de pasar una información vital a la guerrilla. Pero un perro le persigue implacablemente.
GÉNERO: Acción
El perro (Antonio Isasi Isasmendi, 1976)
Una de las primeras fórmulas que el cine encontró para pasar de las vistas y las atracciones a la narración secuencial fue la persecución. Por muy elemental que sea el planteamiento inicial en la combinación de perseguido, perseguidor, añagazas, obstáculos e intriga sobre si el cazador alcanzará su objetivo, se condensan todos los elementos del drama. Tanto es así que Steven Spielberg ha construido buena parte de su exitosa filmografía sin salirse de tan estrecho cauce.
La alusión a Spielberg no es ociosa porque El perro tiene más de un punto de contacto con Duel (El diablo sobre ruedas, 1971). En ambos casos nos encontramos con una persecución implacable en la que el perseguidor adquiere un carácter sobrenatural, invulnerable... Antonio Isasi y el guionista Juan Antonio Porto toman como argumento una novela de Alberto Vázquez-Figueroa y desarrollan la peripecia de Arístides Hungría (Jason Miller), prisionero político en el presidio de San Justo, que debe hacer llegar una lista de nombres a un líder guerrillero, el doctor Torres Galán. La ocasión para la evasión se presenta durante un traslado, pero un cruel guardián acompañado por un pastor alemán, consigue atraparlo. Arístides de las arregla para matar a su captor y continuar la huida hacia la capital.
En el camino, el encuentro con un grupo de pícaros (Antonio Gamero, Blaki…), el auxilio de una campesina (Yolanda Farr), el rescate por un grupo de guerrilleros (Marisa Paredes y otros)… Al final de su misión le espera Muriel (Lea Massari), la mujer a la que amó y que ahora tiene un hijo con el dictador Omar Romero (Aldo Sambrell), el hombre cuyo magnicidio persigue la guerrilla.
Durante todo este peripolo el perro no deja de acosar a Arístides para cumplir la última orden de su adiestrador: "¡Mátale! ¡Mátale!".