índice del sitio
Inicio | Películas contadas | Perfiles | Canon | Blog | Sobre DQVlapeli | Contacto | Política de la comunidad | Aviso legal© 2025 Dequevalapeli.com
Carmen Rodríguez se cuela en una representación de la famosa ópera de Bizet para entregarle el traje a la diva. Durante la pelea de las cigarreras recibe un golpe en la cabeza y se encuentra repentinamente trasladada a Sevilla.
GÉNERO: Comedia,Música
Carmen (Luis César Amadori, 1943)
Después de haber desarrollado en la pantalla para Lumitón los personajes radiofónicos que le habían proporcionado tremenda popularidad, Niní Marshall recala en la potente Argentina Sono Film. Pasa así de las manos de Manuel Romero a las de Luis César Amadori. Tras algunos tanteos, Amadori y Niní dan con la fórmula del éxito gracias a una parodia de españolada con un ojo puesto en la ópera de Georges Bizet y otro en la versión española del mito francés rodada en la Alemania nazi por Imperio Argentina.
Esta Carmen (Niní Marshall) no es la de Triana ni la de Merimée, sino la de Junín y Corrientes. Carmen Rodríguez es hija de artistas pero trabaja como sastra teatral y tiene que llevar urgentemente el traje de la diva a una representación de la ópera de Bizet. La soprano italiana quiere ver el vestido y Carmen se lo prueba. De este modo termina en el escenario protagonizando una pelea que al director le parecía carente de realismo. Pero, a consecuencia de una caída e imbuída por el ambiente, se siente trasladada a la auténtica Sevilla, donde debería lidiar con el pánfilo brigadier de dragones (Carlos Tajes), con el feroz contrabandista (Manolo Perales) y con el torero de sus amores (Juan José Padilla). Claro, que de vuelta a la realidad, tendrá que decidir si acepta la propuesta de matrimonio de su compañero de trabajo (Adrián Cúneo).
Carmen da todo lo que puede dar de sí una parodia y un poco más. En el capítulo de los excesos molestos, la acumulación de temas de la ópera cantados en italiano en los primeros compases de la obra teatral, largo preámbulo al despliegue de lo que de verdad importa: la realidad desarticulada pasada por el filtro mímico y verbal de una Niní Marshall pletórica.