Diego Corrientes (1959)

Diego Corrientes (Antonio Isasi-Isasmendi, 1959)

La rapacidad del conde de Albanes (Milo Quesada) tiene soliviantado al pueblo en el que vive Diego Corrientes (José Suárez). Éste media ante el corregidor, pero el aristócrata, contrariado, se venga de él haciéndolo azotar en el bosque. La prometida del conde (Marisa de Leza) lo rescata, pero el conde le tiende una celada. Diego consigue escapar de la galera que le conduce a Sevilla, pero en la refriega muere accidentalmente un soldado. Desde entonces, Diego Corrientes forma una partida con un puñado de campesinos desahuciados y se dedica a robar a los ricos para repartirlo entre los pobres.

La inclusión de varias coplas de Ochaíta, Valerio y Solano interpretadas por Eulalia del Pino, refuerzan la opción por la españolada. Sin embargo, la versión de Isasi, rodada en Eastmancolor y en paisajes naturales, hace suyos los códigos del cine de aventuras antes que los del western al que se habían arrimado otras producciones recientes sobre el mismo tema. El conflicto social subyacente a la revuelta popular queda vacío de contenido al limitarse el enfrentamiento entre el aristócrata y el bandolero a una querella personal en la que, además, los dos hombres aman a la misma mujer.

El Diego Corrientes de Isasi es indultado por un rey comprensivo, en tanto que el histórico fue condenado a ser "arrastrado hasta el patíbulo, ahorcado y descuartizado, exponiéndose sus despojos por los caminos". Alberto Marro, José Buchs e Ignacio F. Iquino habían ya trazado el retrato cinematográfico del personaje en 1914, 1924 y 1936, respectivamente, lo que da prueba de su popularidad.