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Siglo XIX. Juan Manuel, joven poeta de provincias, viaja a Madrid con el sueño de triunfar como autor dramático. En el Café de Platerías conoce a una florista que le asistirá cuando caiga enfermo.
GÉNERO: Adaptación Literaria,Drama
La florista de la reina (Eusebio Fernández Ardavín, 1940)
María Guerrero López, sobrina de la ilustre María Guerrero, fue protagonista habitual de los dramas en verso de Luis Fernández Ardavín. Ambos inauguraron la temporada de 1940 estrenando en el Teatro Español el sábado de gloria con el drama en verso La florista de la reina.
Eusebio Fernández Ardavín realizó inmediatamente la adaptación cinematográfica, como ya había hecho con otras obras de su hermano y conservó en el papel principal a quien le había dado vida en el escenario. Para darle la réplica, dos prometedores valores de la pantalla: Alfredo Mayo y Ana Mariscal.
Es el primero un entusiasta poeta de provincias llamado Juan Manuel (Mayo) que se traslada a Madrid con sueños de gloria. En el tren conoce a un crítico teatral que le promete presentarle a la crema de la inteletualidad decimonónica en el Café de Platerías. Allí escribe sus crónicas periodísticas Mariano de Cavia y compone sus melodías Federico Chueca. Ambiente fin de siglo con más de un deje romántico, porque Juan Manuel, cual dama de las camelias, padece una tisis galopante, de la que le cuidará desinteresadamente Flor (Guerrero), florista pizpireta pero honesta a carta cabal. Por ello rehúsa las propuestas de Paco (Jesús Tordesillas), empresario teatral enamorado de ella.
Pco ejerce como padrino cuando, una vez curado Juan Manuel por mediación de la regente María Cristina, se casa con Flor. Su drama autobiográfico "Abnegación - La florista y el poeta", producido por Paco, tiene un éxito colosal. Pero Elena Cortés (Ana Mariscal), actriz caprichosa y protagonista de la obra, se encapricha del joven autor.
Ni el esmero caligráfico -a ratos rutinario- de Fernández Ardavín ni cierta opulencia escenográfica -como en el baile de Carnaval- consiguen salvar la función. Conceptual, formal e ideológicamente, cine vetusto.