Matar al Nani (1988)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 14/01/2020

Matar al Nani (Roberto Bodegas, 1988)

Santiago Corella "El Nani" (Frederic Deban) es un perro callejero, de los de 1430 y recortada. Pero su carrera de héroe del cine quinqui se acaba a los pocos minutos de película, después del atraco a un supermercado y un breve paso por Carabanchel. A la salida de prisión le espera un tal Richard (Fermí Reixach) que le presenta a un hombre de negocios llamado Molero (Miguel Ángel Salomón). Éste lo recluta para una serie de asaltos a joyerías con chivatazos y protección "desde arriba". El primer objetivo es la joyería del propio Molero en San Sebastián. Pero los mandos de la Cuerpo Nacional de Policía han descubierto la maniobra y deciden utilizar el sistema en favor propio, aprovechando el miedo reinante en la sociedad por el fallido golpe de estado del 23-F. El Nani y sus compañeros no saben que están siendo utilizados y que cuando hayan dado de sí todo lo que puedan, serán eliminados. Mientras tanto, El Nani y su colega Teo (Chema de Miguel), se dedican a despilfarrar el dinero ganado en los atracos.

Robeto Bodegas plantea un thriller político a partir del caso real de la desaparición de Santiago Corella en dependencias policiales en1983, recién llegado el PSOE de Felipe González al poder. Con José Barrionuevo como ministro de Interior, se le aplica al Nani la ley antiterrorista, en una maniobra bastante habitual en aquellos años. La connivencia de altos mandos policiales, aristócaratas y policías corruptos convierten al delincuente callejero en chivo expiatorio y a la película en un documento incómodo en el que van de la mano el católico y antiguo falangista Vicente Escrivá –guionista y productor- y el comunista Roberto Bodegas –director y coproductor-.

La belleza acanallada de Frederic Deban tiene un punto deloniano, que conecta formalmente la propuesta con el polar francés contemporáneo, antes que con el cine quinqui al que en algún momento se asoció.

Un doblaje inapropiado, antes por torpe que por "cheli" y datado, resta credibilidad al conjunto.