Con la muerte a la espalda (1967)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 02/04/2019

Con la muerte a la espalda (Alfonso Balcázar, 1967)

Los agentes secretos de Estados Unidos (Michel Monfort) y la Unión Soviética (Ignazio Leone) se encuentran en la exhibición de joyas de madame Van Hallen (Maria Badmajew) en Hamburgo a fin de hacerse con una misteriosa droga desarrollada por el cerebro de la organización criminal Elektra (Daniele Vargas), que permite dominar la voluntad de quienes en sus manos lanzar la bomba atómica. Menos mal que el profesor Rowland (Georges Chamarat) ha dado con un antídoto y lo va a negociar con los agentes en la recepción de madame Van Hallen.

Quiere la casualidad que esté allí también un ladrón conocido como "El Lince" (George Martin). Mientras roba las joyas asiste al asesinato del profesor por parte de Silvana (Rosalba Neri), una agente de Elektra. "El Lince" escapa con Monica (Vivi Bach), la hija del profesor y la fórmula del antídoto. A partir de ese momento no habrá quien no les persiga.

En plena fiebre de bondismo Alfonso Balcázar y José Antonio de la Loma cosen todos los tópicos del filón en un argumento vertiginoso, lo ambientan en escenarios internacionales y ponen al frente del reparto a George Martin, el ex-gimnasta Francisco Martínez Celeiro, que ya había trabajado para los hermanos Balcázar en un buen número de westerns. Sin embargo, el "gimmick" promocional es la utilización de un sistema de objetivos alemán que se sirve de un negativo en 65mm para obtener una imagen duplicada que permite obtener copias de proyección en 3-D con gafas polarizadas. El sistema se denomina HI-FI Stereo 70 aunque en la copia española aparece acreditado como Estereovision'70. Alfonso Balcázar, con la colaboración del prematuramente desaparecido director de fotografía Víctor Monreal,  le saca buen partido al relieve, planificando en profundidad las secuencias de acción y, en especial, las peleas, con abundantes puñetazos al objetivo. Este tipo de juegos con el espectador alcanzan también al sonido estereofónico, alabado por el propio protagonista cuando el misterioso jefe de Elektra le encierra en una habitación donde todo está controlado.

La única otra película con participación española rodada mediante este sistema estereoscópico fue La marca del hombre lobo / Die vampire des Dr. Dracula (Enrique Eguiluz, 1968). Luego, la cámara fue utilizada en la comedia erótica alemana Liebe in drei Dimensionen (Walter Boos, 1973). Se trata de uno de los intentos de resucitar el cine en 3-D tras la primera oeada de películas de principios de los cincuenta.