Las cinco advertencias de Satanás / Os cinco avisos de Satanás (1969)

Las cinco advertencias de Satanás / Os cinco avisos de Satanás (José Luis Merino, 1969)

Coproducción hispano-portuguesa en color y scope. La condición de coproducción afecta de manera fundamental a la adaptación (Américo Coimbra es a la vez productor y coprotagonista), amén de a la localización de escenarios, que plaga la película de imágenes aéreas de la capital lusa con la inevitable Lisboa antigua interpretada por Amalia Rodrigues. Estoril se convierte así en el equivalente a Torremolinos, con la ventaja de que dispone de Casino.

Félix (Arturo Fernández, doblado en la versión española) es un vividor que, después de “tres años de felicidad” con Alicia (Magdalena Iglesias), que actúa como cantante en el Casino de Estoril, ha decidido romper con ella. Acude a su casa con un millón de escudos para formalizar la ruptura. Es una costumbre, porque Félix salta de una mujer a otra y deja sus antiguas amantes a uno de sus amigos. El diablo (Eduardo Fajardo) le hace cinco predicciones que se van cumpliendo puntualmente; entre ellas el descubrimiento del verdadero amor de la mano de una joven inocente (Cristina Galbó).

El cinismo -¿misantropía o misoginia?- de Jardiel sobrevuela la adaptación, aunque la película renuncie a los epigramas más evidentes. En el de “amar es llevar un brazo en cabestrillo”, resume Jardiel su idea de que el hombre busca en la mujer el amor mientras que ella lo único que hacen es colgarse de su brazo. La adaptación de José Luis Merino, taquilla obliga, torna el desolado final del autor en forzado happy end, cuando Félix se reconcilie… con Alicia.