El vértigo del crimen (1970)

El vértigo del crimen (Pascual Cervera, 1970)

Un maletín lleno de heroína pasa de mano en mano en el puerto de Marsella hasta que los miembros de una banda lo roban. Su destino era un club madrileño regentado por Luciano (Juan Antonio Amigo) al que acuden ciudadanos estadounidenses. Uno de ellos se hace cargo de sacar los envíos de España. Siguiendo esta pista viajan hasta España Gastón (José Marco) y su secuaz Loló (Paul Naschy). Por allí aparece también Jimmy (Jaime Toja), que se reencuentra con Petulia (Beatriz Savón) a la que conoció en Mallorca tiempo atrás con el nombre de Ana. Ella es la encargada de entregarle a Mr. Fred (Barta Barry), la heroína en una caja de bombones. Sólo que esta vez Gastón y Loló la siguen hasta el apartamento donde realiza las entregas. No cuentan con Jimmy, que, desde luego, no es el despreoocupado vividor que aparenta ser y que asegura estar en poder de la droga y parece dispuesto a tratar directamente con los de Chicago, a los que conoce Peggy (Mara Laso), la viuda del contacto marsellés.

Todavía quedan cuatro o cinco giros más -supuestamente inesperados- en esta enrevesada historia construída a base de tópicos y rodada con una pobreza de recursos extrema, en dos o tres interiores y unos exteriores que, en las escenas nocturnas, resultan tenebrosos o han sido resueltos mediante unas noches americanas improbables. Si alguien llega a verla, será probablemente atraído por la presencia de Jacinto Molina (Naschy) en las fichas. Y lo cierto es que a base de tics y sonrisitas malévolas dibuja un personaje de obtuso asesino de hombres y sádico maltratador de mujeres que resulta de lo más simpático.