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Elías es un director de cine que soñaba con hacer una película de atracos. Flako fue el ladrón de bancos más buscado durante el auge de la crisis económica en España. Flako estaba en la cárcel. Elías, en la calle. Algunas películas tienen que ser preparadas en la distancia.
GÉNERO: Documental
Apuntes para una película de atracos (León Siminiani, 2018)
León Siminiani se ppropone documentar una película de atracos entrevistándose con "el Robin Hood de Vallecas", un joven butronero detenido en 2013. Entre su situación personal y la del atracador y entre la de éste y la de su padre se producen curiosas rimas.
La película arranca con la fascinación por el cine de género -con citas de A tiro limpio (Francisco Pérez Dolz, 1963) y Du rififi chez les hommes (Rififí, Jules Dassin, 1955)- y la mitología en torno al butrón del siglo perpetrado en Niza en 1975 por Alberto Spaggiari, para ceñirse a la realidad de la España sumida en la crisis económica e ir afinando el retrato familiar del atracador en un camino que, según el documental, conduce a la reinserción social.
Como en Mapa (León Siminiani, 2012), el realizador se sitúa a sí mismo -ahora con su mujer y su hija recién nacida- en el centro de un relato que se construye a partir de sus titubeos creativos, sus inseguridades morales e, incluso, su miedo físico a la hora de enfrentarse al monstruo al que él mismo ha provocado. En el filo de esta suerte de impudor se encuentran lo mejor y lo más endeble del documental.
El protagonista publica en enero de 2019 una novela autobiográfica titulada Esa maldita la pared, como uno de los versos del tema de Banbino que les servía como catarsis musical después de un butrón exitoso. Que sea un nuevo José Giovanni sólo el tiempo lo dirá.