Viento del norte (1954)

Viento del norte (Antonio Momplet, 1954)

La novelista Elena Quiroga obtuvo en 1951 el premio Nadal por Viento del norte. En la tradición de la novela naturalista de Emilio Pardo Bazán relata la vida en el pazo de la Sagreira, desde el nacimiento de una hija natural de la Matuxa, a la que todos tienen por medio bruja, hasta la muerte de don Álvaro, el amo, con quien aquella niña terminó por casarse y a quien ha dado un hijo.

Antonio Momplet, exiliado en México y Argentina tras la Guerra Civil, asimila allí los resortes del melodrama al modo latinoamericano -al igual que lo hizo Buñuel, aunque con otras intenciones- y los aplica a la plantilla del drama rural, de gran tradición en la escena española.

La película sigue, convenientemente condensada, la vida de ese espíritu libre que es Marcela (Maria Piazzai), supersticiosa, espontánea, independiente, orgullosa, rebelde… Lo que colige de la vida en sociedad lo aprende de Ermita (María Francés), vieja criada del pazo y cofre de la sabiduría popular. Don Álvaro (Enrique A. Diosdado) va dejando que la vida pase por su vera mientras él se encierra entre papelotes, empeñado en escribir una obra que sea el compendio de cuanto se sabe del Camino de Santiago. Poco a poco irá sucumbiendo al encanto de Marcela que, a pesar de darle un hijo, no puede olvidar que él es el amo y que ella se crió corriendo descalza por el patio. A las diferencias de posición social se suman las de dos modos de enfrentarse al mundo, desde la cultura o desde la superstición, aunque ambos compartan un sustrato tradicional en el que se logra la cuadratura del círculo ideológico, ya que no del arco dramático.