Del amor y otras soledades (1969)

Del amor y otras soledades (Basilio Martín Patino, 1969)

Del amor y otras soledades es uno de los últimos coletazos del Nuevo Cine Español. Después de su presentación en la selección oficial del Festival de Venecia Francisco Llinás y Miguel Marías la utilizan como arma arrojadiza contra el movimiento en una crítica demoledora publicada en el número 90 de Nuestro Cine. La película de Basilio Martín Patino y las últimas realizaciones de Carlos Saura para Elías Querejeta supondrían el certificado de defunción de la voluntad de innovación de toda una generación surgida del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas y entregada a un cine estéril desde un punto de vista formal y temático.

Lo que tanto les ofendía es la crisis de un matrimonio de la alta burguesía madrileña. María (Lucía Bosé) tiene un trabajo creativo y necesidad de acudir a una psicóloga (María Aurelia Capmany) para que le aconseje sobre qué hacer con su vida. Alejandro (Carlos Estrada) es un economista en una encrucijada vital. Tienen en común un hijo, una casa nueva que la propia María ha decorado y un matrimonio que hace aguas.

Entre los compañeros de María están el cineasta Joaquín Jordá, el compositor Carmelo Bernaola y el dramaturgo Alfredo Mañas. A la exposición de vidrieras que organiza María acude la plana mayor del arte español contemporáneo: Manolo Millares, Lucio Muñoz, Eusebio Sempere… Si sumamos los alumnos de interpretación de la Escuela de Cine, como Mario Pardo, Julia Peña y Flor de Bethania Abreu, tenemos un catálogo bastante completo de la “intelligentsia” contemporánea, que debería legitimar lo que no deja de ser el retrato de una burguesía en crisis.

Descontento con la acogida de la cinta, Patino dio un golpe de timón a su carrera y empezó a trabajar con material de archivo. El resultado serían sendos documentales no estrenados hasta después de la muerte de Franco: Canciones para después de una guerra y Caudillo.