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Enric Vidal, periodista deportivo, acompaña a una desconocida de vuelta a Barcelona desde Ginebra. Inexorablemente, los muertos se van acumulando en su camino.
GÉNERO: Intriga,Acción
Dinero negro / De mica en mica s'omple la pica (Carlos Benpar, 1983)
Producción complicada la de esta adaptación de una novela de Jaume Fuster de 1972, adaptada en 1977 con el título de El procedimiento y puesta al día en 1983 mediante un prólogo y un epílogo desencantados y el título español de Dinero negro.
De eso va la cosa, del dinero que el industrial Romagosa (Conrado San Martín) distrae de su empresa mediante una quiebra fraudulenta y envía a Ginebra por medio de la bella Julia (Martine Audó). Pero las cosas se complican y ella pide ayuda a un periodista deportivo que está e Ginebra por motivos profesionales. Enric Vidal (Pedro Gian) accede gustoso al viaje compartido pero al llegar a Barcelona empiezan a aparecer cadáveres que la policía quiere colgarles. Enric y Julia deberán desentrañar los líos financieros y criminales de Romagosa si quieren demostrar su inocencia.
La adaptación propone una doble pirueta. En la novela, Julia era la enredada por Enric, que ejercía de correo, en tanto que en la película ella es la típica "femme fatale" del género negro. Ella se convierte en el motor de la acción y es a través de ella que nos enteramos de lo ocurrido antes de entrar de lleno en la aventura. El segundo cambio fundamental es la imbricación del argumento en la realidad contemporánea de la Transición. Fuster hablaba de los conflictos laborales del tardofranquismo y Benpar sitúa la historia gracias al prólogo y el epílogo en las coordenadas de las elecciones de 1977 y 1982. La maniobra no pretende politizar el argumento, sino trazar una suerte de equivalencia entre el escepticismo que rezuman las novelas de Raymond Chandler y el "desencanto" democrático, esa especie de vacío ideológico que contagió a buena parte de la oposición democrática tras la muerte de Franco.
Por el camino, homenajes cinéfilos a la tradición del cine negro estadounidense en general y a Orson Welles en particular -Touch of Evil (Sed de mal, 1958), The Lady From Shanghai (La dama de Shanghai, 1947)-, y un papelito de erotómano burlado para Luis G. Berlanga, doblado, eso sí.