Persecución en Madrid (1952)

Persecución en Madrid (Enrique Gómez, 1952)

Stephan (Manuel Monroy), un soldado polaco escapa de un campo de concentración alemán en compañía de Diego, un español que muere en el intento. Después de entrar en contacto con el Comité de Ayuda a los refugiados republicanos en París se ve expulsado de Francia junto con un exiliado apodado "El Málaga" (Manolo Morán).

Una vez en España, busca a la madre de su compañero y comienza una relación con Teresa (Isabel de Castro), la hermana de Diego. Pero en el camino ha tropezado con don Ginés (Luis Pérez de León), un hombre metido en oscuros negocios de importanción y exportación, que lo involucra en un atraco a una fábrica de penicilina.

Persecución en Madrid es la penúltima película dirigida por Enrique Gómez antes de su temprana muerte en 1955. Visualmente, se adscribe a la corriente "verista" de rodaje en exteriores naturales que Iquino había iniciado con Brigada Criminal (Ignacio F. Iquino, 1950) y, temáticamente, a esa vertiente del ciclo anticomunista que propugna el regreso a España de los exiliados sin delitos de sangre y la incorporación a la misma de los "fugitivos del terror rojo". El argumento policiaco del falso culpable se asienta así sobre la urdidumbre de una trama política en la que Manolo Morán asume, como en Aeropuerto (Luis Lucia, 1953), el papel de exiliado añorante de la patria.