Muchachas en vacaciones (1958)

Muchachas en vacaciones (1958)

Muchachas en vacaciones es como una secuela de Muchachas de azul (Pedro Lazaga, 1957). En este caso las dependientas de Galerías Preciados son: Carmen (Concha Velasco), apasionada de las novelas de misterio; la meticulosa y puntualísima Isabel (Barbara Varena); y la romántica Elena (Maria Piazzai). Ésta última está perdidamente enamorada de enamorada de don Luis (Conrado San Martín), el gerente de la empresa, que ha planeado asistir un pase  con las empleadas en Palma de Mallorca Pero justo antes de salir unos ladrones atracan los grandes almacenes. Claudio (Antonio Almorós), el comisario que está investigando el caso, cae prendado de Isabel y sigue a las muchachas a las islas con la excusa de la investigación. También lo harán los delincuentes que planean acabar con la vida de Carmen -que ha fotografiado al jefe de la banda mientras la tenía secuestrada en el fotomatón- y robar las joyas de la excéntrica miss Alicia Stanton (Pepita Serrador). El sobrino de ésta (Mario Berriatúa), deportista e ictiólogo, queda flechado por la frescura de Carmen, así que con el cortejo de Luis y Elena, ya están conformadas las tres parejas románticas en tanto que la intriga hace confluir en el mismo día el desfile de modas, el asalto al yate de la millonaria, el secuestro de Carmen y la consiguiente persecución policial por la costa mallorquina.

Es precisamente éste el otro ingrediente que busca halagar la necesidad de la administración de títulos que sirvan de promoción a la floreciente industria del turismo, principal fuente de divisas en la depauperada economía española que busca abrirse a Europa sin renunciar a una ideología que lleva imponiéndose desde el final de la Guerra Civil.