El vuelo de la Paloma (1989)

El vuelo de la Paloma (José Luis García Sánchez, 1989)

La infeliz Paloma (Ana Belén) se casó con un fracasado (José sacristán) que nunca terminó la carrera y que todas las noches llega a trompa a casa; tiene un admirador (Juan Echanove) que distrae el género de la pescadería de su madre para que la familia coma decentemente; asiste con perplejidad a que su novio de la infancia (Antonio Resines) persiga a su hija por la escalera porque le recuerda a ella de niña... Pero un buen día, conoce a Luis Doncel (Juan Luis Galiardo).

Luis Doncel es un galán de la vieja escuela, de los que "donde pone el ojo, pone la polla", según dice el pescadero. Interpreta además a un aguerrido oficial de la Legión de pelo (postizo) en pecho. Paloma cae rendida ante su encanto masculino y sus tiradas del Arcipreste de Hita. Durante dieciséis hora asistimos al festival de la seducción y al carnaval montado por un equipo de rodaje desquiciado. Se lleva la palma el asesor histórico Cosculluela (Luis Ciges), quien se encuentra con la horma de su zapato en el padre de Paloma (Manolo Huete), un veterano chamarilero que dice estar en posesión de la cartilla militar de Hitler y haber visto a Eva Braun comprando verdura en el cercano mercado de San Miguel.

En la columna del "debe" de El vuelo de la Paloma hay que anotar el subrayado sentimental en algunas escenas y un par de "running gags" mal calibrados o mal resueltos, como el de los figurantes negros. En el "haber", un guión incisivo y generoso al modo berlanguiano y un reparto casi sin mácula, de Miguel Rellán a José María Cañete.