Un ángel pasó por Brooklyn (1957)

Un ángel pasó por Brooklyn / Un angelo è sceso a Brooklyn (Ladislao Vajda, 1957)

Ladislao Vajda y Enrique Guerner viajaron dos semanas a Nueva York para rodar los planos de situación y los fondos para las retroproyecciones de Un ángel pasó por Brooklyn. El resto se rodó en Nápoles y en un inmenso decorado construido en los estudios Chamartín. A tenor del resultado, casi podemos afirmar que los decorados de Antonio Simont "son" el protagonista de la película.

Los otros dos son el abogado Bossi (Peter Ustinov) y Tonino (Pablito Calvo). El primero mantiene tiranizados a los emigrantes ítalo-americanos de una casa de vecinos de Nueva York. Entre éstos se encuentra un pintor de brocha gorda (José Isbert), su hija viuda (Isabel de Pomés) y su nieto Tonino, al que los otros chicos del barrio, mayores que él, relegan al papel de muerto cuando juegan a gánsteres. El abogado Bossi pretende retener la herencia de otra de las vecinas hasta la mayoría de edad de la chica, pero ésta tiene un novio espabilado que la empuja a reclamar lo que es suyo para luego abandonarla. Ambas tramas se resolverán cuando el abogado, que se dedica a ladrar tras la puerta para espantar a los visiatntes molestos, se vea convertido en perro hasta que no realice una buena acción.

Un ángel pasó por Brooklyn cierra el ciclo de colaboraciones entre Chamartín, el niño Pablito Calvo y el director húngaro, iniciado con Marcelino pan y vino (1955) y prolongado en Mi tío Jacinto (1956). Los pobres resultados obtenidos por ésta -el listón de Marcelino probablemente estuviera demasiado alto- llevó a Chamartín a rescindir su contrato con Pablito Calvo y éste rodó su siguiente proyecto en Italia junto al popularísimo comediante Totò, que en España se llamó Totó y Pablito, pero cuyo título original era Totò e Marcellino.