Nunca es demasiado tarde (1956)

Nunca es demasiado tarde (Julio Coll, 1956)

Jorge (Gerard Tichy) participa en un atraco a un fábrica durante el que muere el vigilante nocturno. Denuncia entonces a sus cómplices y regresa con el dinero del botín a su pueblo. Allí le aguardan sus hermanos, Isabel (Margarita Andrey), la mujer a la que abandonó hace doce años, y un hijo al que su hermano mayor está dispuesto a reconocer casándose con la chica.

Nunca es demasiado tarde arranca como un clásico noir pero pronto deriva hacia el drama moral, como anuncia su título. Jorge intenta hacerse digno de su apellido y de su hijo casándose con Isabel y entregándose a la policia pero sus cómplices, han escapado de la policía y vienen a buscarle al pueblo.

La primera película de Julio Coll muestra ya algunas características de su cine: cierta tendencia al fomalismo, esmero compositivo y diálogos eminentemente teatrales, un tanto rígidos para el medio cinematográfico. También la presencia en un papel secundario de un primerizo Arturo Fernández, que terminará por convertirse en protagonista de algunos de los títulos del ciclo policial.